lunes, 10 de diciembre de 2012
Mitos del Alto Magdalena / Guillermo Martínez González
Estos mitos, ahora corregidos en esta cuarta edición, son el resultado de un trabajo conjunto con el pintor Phánor Satizabal. Contienen las historias que todos escuchamos cuando niños en los campos del Huila y el Tolima. Leyendas de los antepasados que nos colmaron de sueños y espanto ante la luz de una vela o de la luna en las noches de plenilunio.
Símbolos, interpretaciones imaginarias, los mitos siempre revelan un sentido profundo de la realidad. En este caso, toda la sabiduría de los hombres del pueblo: su relación con la naturaleza, las creencias sobre los astros y el universo y sobre todo la reflexión moral: su idea sobre el mal, la culpa y el castigo.
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Dos fortunas, la de poseer la primera edición de los "Mitos" y el primer cuadro que realizara Phanor sobre el tema.
ResponderEliminarEn mi sala cuelga "La madremonte" que inicialmente asusta a mis sobrinos y que luego mitigan, lo aterrador de esos múltiples ojos espejeando la selva interna del pintor oscuro lleno de color, con los versos de Guillermo cuando les explico en la voz del poeta:
"Como vigilante de las selvas, la Madremonte cuida que no desaparezca la lluvia y el viento, orienta los periodos de celo de los animales del monte, grita de dolor cuando cae alguna criatura de su dominio.Por eso, odia a los leñadores y persigue a los cazadores: a todos aquellos que violan los recintos secretos de la montaña".